Don Luis Piedra Buena
Desde muy
temprana edad demostró una gran afinidad con el mar y luego de embarcar, con
tan sólo 9 años, en un pailebote ballenero estadounidense, es apadrinado por el
capitán James Harris, quien lo ayuda a completar sus estudios primarios en
Buenos Aires. Más adelante, embarcó como grumete en el barco ballenero “John E.
Davison” del capitán Smiley, quien lo ayudó a ingresar en la Escuela de Náutica
de Nueva York, donde permaneció varios años estudiando también carpintería naval,
herrería y velería. En 1958 regresó con el título de piloto, y en el puesto de
Primer Oficial del bergantín goleta Nancy.
A partir de ese
momento, Luis Piedra Buena inició sus actividades como lobero y ballenero,
comenzando a recorrer las costas patagónicas, la isla de los Estados y la
Tierra del Fuego. Durante estas travesías, no solo se dedicaba a su negocio,
sino que también ejercía la soberanía argentina en esas lejanas tierras y
mares, a la vez que participó activamente en el rescate de numerosos barcos de
diversas nacionalidades, que naufragaron en las heladas aguas de los mares
australes, salvando de esta manera, muchas vidas.
En 1859, remontó
el Rio Santa Cruz, construyó en la Isla Pavón una casa y estableció una pequeña
factoría, propiciando la instalación de colonos en la zona. Unos años más
tarde, el gobierno nacional en reconocimiento a su labor, le otorgó la
propiedad de esas tierras y también de la Isla de los Estados, en donde instaló
un refugio para asistir náufragos. También fue nombrado “Capitán honorario”, sin
sueldo, con la facultad de impedir que los barcos loberos extranjeros avancen
sobre los mares australes.
En uno de sus
viajes, debido al mal tiempo, su goleta “Espora” naufragó en la costa sur de la
Isla de Los Estados. Afortunadamente, Piedra Buena y su tripulación, salvaron
la vida y, gracias a sus conocimientos de carpintería y a su espíritu tenaz,
logró construir, con partes del “Espora” y materiales que tenían a bordo, un
“cútter”, al que llamó “Luisito”, con el que pudieron regresar a salvo al
continente y que navegó muchos años más.
En 1882, el
gobierno nacional lo puso a cargo de la corbeta “Cabo de Hornos” con la cual
participó en la expedición científica a la patagonia meridional de Giacomo
Bove. Ese mismo año se le dio el grado de Teniente Coronel de la Marina de
Guerra.
Luis Piedra Buena
murió el 10 de agosto de 1883, poco antes de cumplir 50 años. Las diferentes acciones que desarrolló a lo
largo de su vida, demostraron su patriotismo, su espíritu solidario y su
altruismo: estableció relaciones amistosas con las tribus de la Patagonia,
inculcándoles el sentimiento de nacionalidad, salvó a centenares de náufragos y
confirmó la soberanía argentina en las costas y mares australes.
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